La casa se construyó aproximadamente en el año 1912 por los abuelos de la actual propietaria (Pedro y Fidelina). En sus inicios la parcela construida constituía la mitad de lo que es a día de hoy Villa Mica, y en sus aledaños existían varias cuevas excavadas en la montaña que servían de baño y cocina, con lo que se completaba la vivienda; esto era algo muy común en esta época y en la actualidad se pueden ver alguna de estas excavaciones en los alrededores. Una noche del año 1926 un laúd de tierra cayó sobre la casa en la que estaban durmiendo Pedro, Fidelina y sus hijos, algunos de ellos bebés, por suerte no hubo heridos, pero tuvo que reconstruirse la casa para arreglar los daños ocasionados; por este motivo los lugareños dicen de esta casa que cuida de sus moradores. Esta casa fue el hogar de esta familia hasta finales de los años 60.
Años más tarde esta casa pasó a ser propiedad de Micaela (hija de Pedro y Fidelina), los cuales la usaban los fines de semana y también como vivienda rural en la que se guardaban las cosechas de papas, manzanas, peras, ciruelas y todo tipo de hortalizas que cultivaban, mientras el resto de la semana tenían que vivir en el sureste por motivos laborales.